La ansiedad me corretea

Así es.

Tal cual, la ansiedad es una forma desesperada para que nos hagamos caso.

Y es precisamente lo que no deseamos: hacernos caso.

Existe una frase que afirma que las personas queremos cambiar pero al mismo tiempo, deseamos que esto no suceda porque, diría el Príncipe de la canción: «La costumbre es más fuerte que el amor», y creemos que va a estar muy complicado lograr tener una buena vida o que ahora sí voy a tener la pareja que siempre he deseado; o que deje de pelear con mi esposa o que ya no me enferme siempre de la panza cada vez que mi jefe me hace enojar…

La ansiedad es un llamado que se manifiesta en el cuerpo porque la respuesta ya la sabemos, sólo que huimos de ella cual si escapáramos del peor enemigo… Umhh, imaginemos por un momento: Estoy de novia con un hombre violento. Después de muchos intentos, terminamos y una noche, siento que me ahogo, que no puedo jalar aire y comienzo a sudar frío. Mi corazón palpita a 100 por hora y mis manos ya no responden… Me da miedo y lo peor es que no puedo pedir ayuda porque no me sale nada de voz. Gulp!, sí que estoy en un lío…

Ok. Prosigamos:

Me dejo llevar por las manifestaciones de mi cuerpo… En realidad, lo peor que me puede pasar es que me desvanezca por unos segundos. Sin embargo, me doy cuenta que sólo con este ataque de ansiedad, sentí mi corazón porque casi siempre está ocupado en sentir por los demás. También  noto a mi cuerpo cuando lo siento sudar, ya que lo traigo en chinga sudando por el placer del otro; o que pareciera que mis manos quieren asirse de algo porque yo casi siempre estoy colgada por alguien más…, aunque sea un hombre violento, o una mujer celosa, o lo que sea con lo que yo no esté satisfecho y pleno.

Es decir, la ansiedad es un llamado a verme, a escucharme, a satisfacer mis necesidades, a complementarme, a ir por lo mío, a hacer más por mí que por los demás. A hacerme presente en mi vida sin dejarle al otro mi lugar en MI vida. Es un mensaje de que está contigo todo eso que andas buscando en otra persona: el apapacho, el consuelo, la comprensión, la escucha, ser visto o reconocido. Pero no lo quieres ver, ni escuchar ni sentir.

Aprendimos que si el otro nos hace caso, ¡ya la hicimos!. He visto como adolescentes de 12 años están sumamente preocupadas por su imagen física y esto puede catalogarse como normal porque están entrando en una periodo de transición y necesitan refuerzos por todos lados, sin embargo, sino hay papás que reconozcan que lo importante no es su imagen, y sí su autovalor y su autoestima; estas adolescentes crecerán pensando que  siendo bonitas para los otros, será lo único que valga la pena llevar a cabo.

Hombres y mujeres pueden sufrir por eventos de ansiedad a lo largo de su vida. Quizá por un examen (porque si repruebo, fallo y si fallo, no valgo), por un trabajo (tengo que ser el mejor porque si no estoy al 1000%, no me darán un ascenso y entonces seré un Don Nadie y eso se llama no existir), quizá que si fulano de tal no me pela, eso será sinónimo de que soy fea y nadie quiere a las feas- según yo y mi aprendizaje-.

Si en algún momento de la vida pasas por sensaciones corporales como las que hemos mencionado, puede ser que estés viviendo un momento de ansiedad al que debas hacerle caso desde que comienzas a sentir los primeros síntomas.

Qué tal si pudieras decirte: «Aquí estoy yo contigo, conmigo a tu lado no va a pasarte nada malo. Respira tranquilo que yo no me iré de tu lado». O si el corazón empieza a palpitar más de prisa y sientes que la respiración se te va: «Bien, tú sabes que ha sido difícil dejar ir a Juanito, pero ahora tú y yo estamos juntas para salir adelante. Yo sí quiero estar contigo y vamos a hacer que este corazón lata normalmente… A la una…, (respiras profundamente)… a las dos…, (otra vez respiras)…, ¡a las tres!».

No temas a lo que tu cuerpo venga a decirte a través de la ansiedad. Al contrario, dale la bienvenida porque  XXXXXXX (aquí di tu nombre en voz alta) está contigo y quiere que la sientes cerca de ti. Es tu salvaguardia y tu mejor compañía.

Si necesitas ayuda con tus problemas de ansiedad, la terapia psicológica puede ser una alternativa para resolverlos. Recuerda siempre acudir con un profesional en la materia.