Dejo este testimonio para agradecer a Pili Quiriz por su recepción y su calidez en los servicios de psicoterapia a los que acudí para componer la manera en que me relacionaba con los hombres.
Por eso digo que la palabra más importante que aprendí fue: QUERERME, porque sólo así pude darme cuenta que la vida me golpeaba cada vez con más fuerza para que me diera cuenta que sin quererme, nadie más me iba a querer.
Estoy ahora en un proceso de reconocimiento propio y conociendo nuevas y magníficas personas para en un futuro, darme la oportunidad de un buen amor.
Gracias Pili y sigue ayudando a la gente, que ese es tu don.
Con aprecio,
Bertha Camacho